viernes, 5 de marzo de 2010

Los poetas lakistas: Wordsworth y Coleridge


Los poetas lakistas fueron un pequeño grupo de poetas ingleses de comienzos del siglo XIX. Compusieron los primeros poemas de tendencia claramente romántica. Como grupo, no siguieron ninguna "escuela" de pensamiento o práctica literaria conocida, aunque fueron menospreciados en conjunto por el Edinburgh Review.

Los principales autores de este movimiento fueron William Wordsworth, Coleridge y Robert Southey. Vivierón junto a los lagos del Noroeste de Inglaterra.



Wordsworth:

Fue uno de los poetas románticos ingleses más importantes. Con la colaboración de Coleridge, ayudó al despegue de la literatura romántica inglesa con la publicación conjunta de Baladas líricas. La revolución romántica llega a Inglaterra con las Baladas líricas y supuso el abandono del modelo clasicista del siglo XVIII por sus motivos estéticos y razones éticas.
En sus poemas Wordsworth utiliza el verso blanco, lo que le permite evitar la rima , utiliza palabras y expresiones populares, con el efecto de imitar el habla común.
No se dirige a un público cortesano, sino a la sociedad en general.
En su poesía describe la belleza sencilla del paisaje y del mundo rural, pero también narra sus experiencias personales vividas.
En el prólogo de Baladas Líricas Wordsworth explica que sus poemas son como experimentos para determinar hasta qué punto el lenguaje de la conversación (hablado) de las clases medias es apto para el placer estético. Su estilo prosaico es pues una opción estética.

Se le considera padre de la "Poesía de la experiencia", ya que su poesía nace de vivencias y experiencias cotidianas y personales que después recrea en un lenguaje sencillo, cercano a la prosa. Definió la poesía como "emoción recordada en tranquilidad".

Aves acuáticas
Observadas frecuentemente sobre los lagos dtei Rydal y Grasmere
Ved cómo los plumosos habitantes del agua,con tal gracia al moverse,
que apenas se diría inferior a la angélica, prolongan
su curioso placer. Describen en el aire
(y a veces con volar osado, que se cierne hasta las mismas cumbres),
un círculo más amplio que el lago;
y en tanto que se aplicana trazar, una vez y otra vez, el gran círculo,
su jubilosa actividad describe centenares de curvas y círculos menudos,
ora abajo, ora arriba, en avance intrincado,pero seguro,
como si guiase un espíritusu vuelo infatigable.
Ya el juego terminó:así lo imaginé diez 0 más veces;
pero, mira: la bandada, desvanecida ya,vuelve a ascender.
Se acercan. Rumorean sus alas,leves al pronto,
y luego su enérgico batir pasa a mi lado y vuelve a oírse el rumor leve.

Halcones

Una abeja zumbadora, un pequeño y susurrante arroyo
un par de halcones girando al vuelo
en clamorosa agitación alrededor de la cima,
de una alta roca-su aérea citadela;
por cada una y todas estas cosas
gozó el oído pensativo en el silencio que siguió,
cuando hubimos pasado por el umbral de la cabaña
y al fondo de ese solitario valle,
se destacaba, una vez más, debajo de la bóveda
azul y sin una sola nube
.





Coleridge:

Poeta, crítico y filósofo inglés, quien fue uno de los fundadores del Romanticismo en Inglaterra y uno de los lakistas. Su obra más conocida es Balada del viejo marinero. Este poeta contribuyó con los típicos poemas de conversación o poesía de meditación. Coleridge recurre al pasado como un tiempo misterioso y fantástico, proyectando al lector al fantastico mundo de la "imaginación" y transportandolo al mundo de lo "sobrenatural".


Helada medianoche

La helada cumple su secreto oficio
sin ayuda del viento. Un búho deja
su chillido en la noche -escucha- inmensa.
Todos descansan ya y me entrego a esa
soledad que propicia el desvarío.
Tan sólo queda junto a mí, en su cuna,
el reposado sueño de mi hijo.
¡Es tan tranquilo! Tanto que perturba
el pensamiento con su extremo y raro
silencio. ¡Mar, colina y arboleda,
junto a este pueblo! ¡Mar, colina y bosque
con los hechos diarios de la vida,
inaudibles cual sueños! La azul llama
se aquieta en el hogar y ya no tiembla;
sólo esa cinta interrumpe la calma,
agitándose aún sobre la verja.
Su meneo en la calma de esta escena
le da una semejanza con mi vida,
la toma una amistosa forma cuyo
endeble flamear hace un juguete
del pensamiento y es interpretada
a su modo por el alma, que busca
en cada cosa espejo de sí misma(...)



Inmaculada Iglesias Garrido